Sobre los témpanos de la realidad
realidad imperturbable del ocio
se vengará el cuerpo de la causa
llorando por el anhelo furtivo
de la costra-piel que me esconde
Helando en los desiertos internos
penetrando en la aniquilación purpúrea
seré yo el que determine la voz
con la que atornillar el desconsuelo
Cantando en los pilares del oro
reflejaré la herida en las cúpulas
me tornaré deseo y muerte
en cada pasillo del corazón
para quemar los nervios de la sed
yo también paso seguido. pero soy callado. quieto. me gustó mucho este. saludos con el mar en el lomo.