miércoles, 4 de julio de 2007
Herida
Noche como lanza dormida-carne de la soledad, tibia pradera que late en la última llovizna, madre y canción de paz.
Caída y sed, olvido de un fin que es signo y es razón, motivo y espanto.
Árbol de mil palabras acumulador de penas, reloj de barbaries que callan y se escapan. Tanto temor alrededor del fuego, tanta piedad a las tristes sombras.
Es herida porque salva y enseña, es profundidad porque duele y fluye, es jardín y espinas.
Cuerpo como columpio de deseos que arropa lo que no envejece.
Todo lo que es polvo es amor y es eterno.
 
publicado por Alejandro a las 16:35 | enlace permanente |


5 comentarios: