martes, 21 de agosto de 2007
El conquistador
Dime el verso de la sumisión
para que pueda sofocar mis dedos
entre la espinas de tu suerte

Toma las piernas de la belleza
con las manos del pulpo adormecido
que nada en mis jardines

Alcanza en la planicie olvidada
el tesoro que hundió su lanza
en el pecho rebelde

Corre en el pasto erizado
para que la conquista de tu alma
sea dulce de querer
 
publicado por Alejandro a las 13:25 | enlace permanente |


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